MADRID. Este premio, dotado con 15.000 euros, se entregará, coincidiendo con la clausura de ARCO -premios y menciones se exhibirán en el «stand» de ABC-, el 16 de febrero en una cena en la Casa de ABC. Juan Francisco Casas, de 27 años, nació y vivió en La Carolina (Jaén), aunque en la actualidad reside en Granada, donde se trasladó en el 94 para estudiar la carrera de Bellas Artes. En su familia no existían antecedentes artísticos, aunque, según explica, «mis padres siempre estuvieron encantados de tener un niño artista y me han apoyado en todo, así que ahora con este premio están felices».
Le concedieron el premio Fin de Carrera y en la actualidad trabaja con una beca de investigación en la Facultad de Bellas Artes. «Ahora colaboro en la docencia y estoy terminando la tesis sobre un tema de grabados muy técnico, comenta. He querido separar la vida académica y artística, porque en otro caso, pienso que me hubiera impedido evolucionar».
Por encima de todo le interesa rescatar con sus pinceles la magia de esos instantes de la vida y recobrarlos en la dimensión de una íntima humanidad, aunque en su proceso no existen grandes elaboraciones. «Hago fotografías con máquinas muy corrientes, sin preparación y sin iluminación, y esa imagen descontextualizada en un cuadro tiene mucha fuerza. Es muy surreal».
Virginie, su novia francesa.De este modo surgió su cuadro «Retrato de Virginie nº 3 (Forever&everhowevertogethertrustinleather)», un óleo sobre lienzo en el que aparece Virginie, su novia francesa, rescatada de la inmensidad del tiempo y que no pertenece al mundo del arte. «Somos la pareja perfecta, asegura riendo el joven ganador. Ella se dedica a las finanzas y yo a la pintura. Parece que lleva un tatuaje en el brazo, pero no es real. Se lo pinté yo con un bolígrafo, le puse esa frase y luego hice la foto. Después, pincel puro». Su técnica es muy tradicional aunque aporta en todos sus cuadros un evidente sentido del humor.«Un humor perverso en ocasiones, matiza, interactivo con el espectador y un tanto irónico, crítico en cierto modo con la seriedad del arte». Asegura que el premio le proporciona «una gran confianza y seguridad en lo que estoy haciendo. Siempre he intentado ser muy sincero conmigo mismo». Trabaja con la Galería Sandunga de Granada y con Fernando Pradillo en Madrid. Combina la Universidad con la pintura y asegura que todos los días dedica al menos tres horas a pintar.
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